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Hacia una nueva lectura del espacio público en el centro histórico de Barcelona
Francesc Magrinyà i Gaspar Maza



Del análisis de las distintas reformas urbanísticas se ha observado que recurrentemente las transformaciones del centro histórico se han basado en la creación de huecos, a través de vías o de plazas. Esta última etapa (1986-2000) no sido una excepción. Frente a la apertura de vías se ha recurrido a la apropiación de plazas y nuevos espacios expropiados, según un modelo más cercano a la desamortización de Mendizabal de 1835, que a la apertura de la Vía Laietana de 1907. Por otra parte se ha observado que en cada reforma siempre ha existido un nuevo grupo social emergente que ha intentado apropiarse de los sectores centrales de la ciudad. La ultima apropiación ha sido la de la industria cultural, generadora de un discurso gentrificador. La idealización de la mezcla urbana y del multiculturalismo en los espacios públicos ha sido su eje central. En este marco el discurso del proyecto urbano se ha trasladado al diseño de los espacios públicos.

En este contexto los medios de comunicación han transformado los mecanismos de formalización de los espacios centrales de la ciudad y ello ha propiciado que la percepción física se confunda con la imagen creada por los medios de telecomunicación. En el discurso post-colonialista la metrópolis generaba una imagen de los países de las colonias. El "nosotros" de la metrópolis, y "el otro" de las colonias. Actualmente este discurso se ha transformado, ya que los inmigrantes de las colonias se han instalado en la metrópolis. Las comunidades de pakistaníes, de filipinos o de dominicanos se han instalado en el centro histórico de Barcelona. Ello ha generado que al centro histórico, configurado como el tradicional gueto social acogedor de los últimos inmigrantes peninsulares, y vestíbulo de entrada a la ciudad, se le ha añadido en las dos últimas décadas una inmigración que ha consolidado la condición de gueto cultural. En este nuevo marco, ya no es evidente que estas comunidades se integren en el nuevo grupo. Ello ha provocado que en el discurso sobre el otro, la integración ya tiene poco que ver con la realidad. El protocolo se rompe para unos espacios diseñados como lugares de orden y consenso.

El discurso del proyecto urbano, plenamente pertinente para la renovación urbana de los barrios obreros del cinturón industrial de Barcelona, ya no es válido aplicado al centro histórico de Barcelona. Su aplicación ha ido derivando en la construcción de una escenografía en la que los arquitectos son sus decoradores. La perspectiva de la ciudad como decorado, en el que las personas y los espacios son tratados como elementos de unas escenografías basadas en un discurso benefactor y etnocéntrico, falsifica la propia realidad de los espacios públicos. Se le está diciendo al espacio y a las personas cómo deben actuar. Se marcan unas pautas sobre las relaciones que personas y espacios deben establecer, siempre desde una perspectiva del poder establecido. En este sentido, los centros históricos se han convertido en elementos subalternos de un discurso de la ciudad. Ante un escenario que no es homogéneo y en el cual la dualización del espacio se ha asentado, aparecen personajes y escenas que no estaban previstos en el guión. La vivencia de inseguridad, problemas de convivencia entre vecinos, las patrullas callejeras, niños de la calle. Todo esto no responde a lo previsto para el barrio desde la perspectiva del discurso gentrificador. Los espacios no se han considerado desde la ocupación del entorno, sobre las condiciones (propiedad/alquiler), los tipos de poblaciones. Todo ello hace que algunos de estos espacios sean frágiles. Decisiones como situar establecimientos de instituciones que tienen más bien unos horarios de administración, la utilización de las plantas bajas y de los entresuelos es mucho más decisiva de lo que pueda parecer a simple vista. En este marco la caricaturización del espacio público limitado a una intervención puramente arquitectónica en la que se busca un decorado y el control del mobiliario urbano pone en evidencia la ausencia de unos planteamientos urbanísticos globales, esenciales para un tratamiento de los centros históricos.

Un análisis sobre las relaciones realmente establecidas sobre los espacios públicos nos ha mostrado que los espacios públicos siguen unas reglas de apropiación que dependen de los grupos que los habitan en su cotidianeidad. Los espacios con una composición homogénea de los grupos autóctonos ha generado movilidades de vecindario predominantes. En este caso los espacios viven autónomamente y fuera del discurso gentrificador. Los espacios en los que se crea una dualización definida por los grupos autóctonos y comunidades de inmigrantes de la última generación, el espacio es más frágil. Si los espacios son de grandes dimensiones como Horts de Sant Pau o Rambla del Raval, tiene mayor posibilidad de ser apropiado por grupos nómadas incontrolados y generadores de problemas de inseguridad. Este efecto se refuerza todavía más si son espacios con movilidades de centralidad ya que toma cuerpo un componente de "no lugar" que dificulta la apropiación cotidiana de los lugares, como es el caso de la Plaza Orwell. Las acciones sin control de los "niños de la calle" o la creación de patrullas de seguridad creadas al margen por la comunidad paquistaní es una prueba de la apropiación del espacio por grupos nómadas.

En el fondo, y tal como señala Neil Smith, el discurso de la reforma urbana desde el proyecto, y su concreción en el llamado modelo Barcelona, ha legitimado la elitización y la dualización del centro urbano dirigida por un nuevo grupo social emergente que ha utilizado al gobierno municipal para conseguir sus objetivos (Smith, 2000).

Francesc Magrinyà Torner
Gaspar Maza Gutierrez

Este texto es un extracto del estudio "Inmigración y huecos en el centro histórico de Barcelona (1986-2000)". Ha sido presentado en el III Coloquio Internacional de Geocrítica (Actas del Coloquio 28, 29 y 30 de mayo de 2001). Ver: Magrinyà, Francesc & Maza, Gaspar, "Inmigración y huecos en el centro histórico de Barcelona (1986-2000)". Scripta Nova. Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales. Universidad de Barcelona [ISSN 1138-9788] Nº 94 (62), 1 de agosto de 2001 (ver: http://www.ub.es/geocrit/sn-94-62.htm).



 

Amunt

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